OBJETIVO GENERAL.
Se
quiere llegar a conocer la diversidad de factores que propician la indisciplina
de los niños y si el contexto en el cual
un infante se desarrolla influye de manera directa para propiciar dicho
comportamiento así como la influencia familiar dentro del comportamiento
infantil, identificando las principales características del mismo, y como
afectan en el desarrollo infantil al igual que las diferentes características
que podemos tomar en cuenta para detectar en un niño los índices de
indisciplina si son bajos, aprobables o bien sumamente elevados.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Las
causas que originan el problema de indisciplina: según lo investigado las
principales son la falta de atención familiar al infante repercutiendo de gran
manera en su forma de comportamiento, no solo en el contexto familiar sino
social, escolar y lo más importante emocionalmente propiciando el mal
comportamiento siendo que el niño al portarse mal se da cuenta que le prestan
atención sus padres y que dejan de hacer lo que están haciendo aunque sea por
un instante e ir a regañarlo de esa forma el infante se da cuenta que tan solo
por ciertos segundos se convierte en el centro de la atención de sus padres
dentro del mismo contexto familiar el infante se percata que en ocasiones se
presta más atención a sus hermanos que a él y arremete de física o verbalmente
contra sus hermanos con el mismo fin que le presten un poco de atención.
Algunas
de las circunstancias familiares pueden hacer al niño agresivo e indisciplinado
una de ellas sería que el infante escuche discusiones familiares y acciones
agresivas que repercutan en su desarrollo emocional propiciando que al momento
de relacionarse en cualquier círculo social ya sea dentro o fuera de la escuela
tenga conductas agresivas ante el más pequeño estimulo del exterior.
El
infante puede tener estímulos sociales que provoquen el mal comportamiento e
indisciplina dentro de su aula uno de ellos podría ser la influencia de la
sociedad los malos ejemplos La mayor parte de
los comportamientos son aprendidos por el niño y se repiten según el medio en
el cual se desarrolla. Conforme el niño va creciendo va adquiriendo un buen o
mal hábito según sea el medio en el que se desenvuelva y el entorno que le
rodea, lo que nos lleva a reflexionar si el infante ve como son las relaciones
en la sociedad y eso lo va tomando como un ejemplo de comportamiento sea de
manera indisciplinada o bien disciplinada.
Las principales
características que muestra un niño con problemas de indisciplina:
Son
muy notables en un infante con dicho problema no puede mantener su estado
emocional ligado esto quiere decir que el infante tiene episodios durante el
día en los cuales se muestra indiferente a cualquier tipo de situación que se
muestre a su alrededor, el alejamiento de los círculos sociales y al querer
integrarse a un grupo de trabajo o bien social lo hace de manera autoritaria
propiciando gritos episodios de rabietas, berrinches y los más comunes
agresiones físicas y verbales además de
daños materiales, sin dejar atrás los síntomas característicos de la
indisciplina muy baja o bien nula tolerancia (a sus compañeros de aula,
maestros, padres y sociedad en general).
Muchas
de la veces las conductas son hereditarias es decir que si un padre tiene mala
conducta desde su etapa infantil presento problemas de indisciplina, su hijo
como consecuencia genética-hereditaria puede repercutir que el infante tenga
este problema de indisciplina de nacimiento pero claro aún no desarrollado todo
depende de los padres si le propician los valores suficientes para que su hijo
adquiera un mejor comportamiento o bien si no hay imposición de límites al
infante.
Consecuencias de la
indisciplina dentro de la escuela y en la sociedad:
La
indisciplina genera conflictos, tristeza, malos entendidos, disgusto, es ahí
donde cada persona desde que nace, aprende a convivir con los demás, en esta
convivencia va aprendiendo cuáles son sus derechos y sus responsabilidades y
también cuáles son los derechos de las otras personas.
Soluciones ante la
indisciplina.
En
dicho aprendizaje, los adultos acompañan a los menores a través de límites
claros, ayudan a los niños y a los jóvenes a enfrentar diversas situaciones en
las que sus derechos y sus responsabilidades se ponen en juego a través de
normas a seguir, sin embargo, el señalamiento de límites por parte de los
adultos no debe ser confundido con actos de imposición de la autoridad de los
mayores sobre los menores, en estos últimos no hay espacio para el diálogo y la
manifestación de la confianza, condiciones necesarias para el aprendizaje y la
disciplina, la familia es el centro de la vida afectiva del ser y ocupa un
lugar privilegiado en los procesos invisibles de dar y recibir emocionalmente
significativos, como tal realiza la tarea de socializar a las nuevas generaciones
y lo hace a través de la transmisión de pautas de conducta, de normas, y
principalmente de valores, llevada a cabo con un alto contenido de afecto, por
lo que resulta el grupo humano de mayor influencia a lo largo de los primeros
años de una persona.
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